Es más fácil amar y darse a otros que a uno mismo, y en este gran reto de la vida hay que saber cómo se gana para no quedar excluido de la tan significativa experiencia del sano amor propio que debe vivir cada persona.
1. Acepta tu individualidad, eres única y especial. No hay otra como tú (ni siquiera una hermana gemela). Debes llegar al punto de que te sientes tan a gusto contigo misma, que esa confianza la proyectarás en tu diario vivir.
2. Reconoce tus virtudes, lo que has logrado con éstas y visualiza cuánto más puedes alcanzar.
3. Estimula el entusiasmo por la vida y procura aprender algo nuevo cada cierto tiempo. Siempre hay hermosas razones para apreciar y disfrutar estar vivo.
4. Admite que el maltrato (de ninguna clase) no pertenece a tu vida, y que lo enfrentarás sabiamente, con ayuda y con capacitación cuando éste surja.
5. Dedica tiempo a tu cuidado personal. Proyecta la mejor imagen de tu persona en todo momento (por respeto propio).
6. Identifica diferentes formas respetables de expresar/recibir amor. Practícalas como un regalo de ti para ti o hacia el prójimo.
7. Contempla la grandeza de la vida en los pequeños detalles. Te ayudará a identificar en qué invertirás tiempo, en qué será relevante en tu diario vivir, en tus valores.
8. Cultiva tu carácter para no excederte en exigencias hacia ti ni a los demás; la paciencia es una gran herramienta para lograrlo.
9. Desarrolla independencia de espíritu. Que puedas sentirte capaz de ‘continuar tu caminar’ por ti misma.
10. Retira/aleja de tu vida toda relación tóxica: amistad, familiar, sentimental, profesional
Cuando te amas y respetas a ti misma, es el indicio de que puedes amar y respetar a otra persona.
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